The Sun. Diario neoyorquino fundado en 1833 por Benjamin Day. Fue el primer periódico exitoso de “a centavo” (penny paper) en Estados Unidos, gracias a sus innovaciones como fueron el uso de niños periodiqueros,[1] la imprenta de vapor y la abstinencia de inmiscuirse en la política de los partidos. Desde el punto de vista informativo, su manejo de la crónica roja y el sensacionalismo le proporcionaron la mayor circulación en la ciudad. En 1838 fue comprado por Moses Yale Beach, quien incorporó caballos expresos y palomas para recepcionar las informaciones.

     Hacia los años 50 era el más vendido entre los diarios del país. Moses Sperry Beach fue su propietario único hasta 1852, y en 1868 lo vendió a un sindicato encabezado por Charles Anderson Dana. Bajo la dirección de Dana, el periódico enfatizó sobre las aristas humanas de la información, se acercó al ala conservadora del Partido Republicano, introdujo un estilo conciso y vívido, se hizo notable por la calidad de sus editoriales y llegó a publicar dos ediciones diarias (matutina y vespertina). Según Manuel Pedro González hacia 1880, “era el periódico mejor escrito y de mayor influjo cultural que en los Estados Unidos había”.[2] Se opuso al impeachment del presidente Andrew Johnson; apoyó la candidatura de Ulysses S. Grant en 1868, pero fue un agudo crítico de su gobierno y de los escándalos por corrupción durante el mismo.

     En 1872, el diario apoyó al gobierno de los republicanos liberales, quienes sostenían la nominación de Horace Greeley para la presidencia; en 1876 apoyó al candidato republicano Samuel J. Tilden y calificó al electo Rutherford Hayes como “el presidente fraudulento”; en 1884 apoyó a Benjamin Butler, candidato de los Caballeros del Trabajo y del Partido Antimonopolista, y se opuso a James G. Blaine y a Stephen G. Cleveland, los candidatos republicano y demócrata, respectivamente. Sin embargo, en 1888 apoyó a Cleveland frente al republicano Benjamin Harrison.

     Fue una escuela de periodismo por la que pasaron Julian Ralph, Arthur Brisbane, Jacob A. Riis y William Irwin. En 1887 incorporó una edición vespertina (The Evening Sun). Se considera que el editorial más famoso de la prensa norteamericana lo publicó su editor, Francis P. Church, en 1897; fue la respuesta a una niña de 7 años que preguntaba acerca de la existencia real de Santa Claus (san Nicolás o Papá Noel). Radicado desde 1911 en Broadway esquina a Chambers —en el famoso Palacio de mármol edificado por A. T. Stewart para la primera tienda por departamentos—, The Sun fue comprado en 1916 por el magnate de la prensa Frank Munsey, quien eliminó la edición matutina. En 1950 fue absorbido por el New York World-Telegram.

     José Martí colaboró sistemáticamente entre 1880 y 1881[3] en esta publicación,[4] “que como diario es una verdadera maravilla, y el más despierto y artístico que se escribe tal vez en lengua alguna”[5], con artículos variados que aparecen recogidos en OCEC, t. 7; mantuvo una relación amistosa con Dana; y durante la década de los años 80, sus apreciaciones acerca del crecimiento de los monopolios y su influencia sobre los políticos norteamericanos fueron bastante coincidentes con las expresadas por el periódico. No obstante, en los años 90 Martí se distanció de Dana, quien expresó criterios anexionistas sobre Cuba, aunque siguió considerándolo como “el creador del perió­dico más vivo, más literario, y más capaz que se publica acaso donde hay hombres”.[6]

[Tomado de OCEC, t. 1, pp. 319-320. (Nota modificada por el E. del sitio web)].


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] Véase la crónica “Escenas neoyorquinas. Los vendedores de diarios”, publicada en El Economista Americano, Nueva York, octubre de 1888, ACEM, La Habana, 1979, no. 2, pp. 20-22.

[2] Manuel Pedro González: “José Martí, su circunstancia y su tiempo”, Indagaciones martianas, Universidad Central de Las Villas, Dirección de Publicaciones, 1961, p. 64.

[3] La colaboración de Martí —durante ese período— comenzó con “La corte de España” y concluyó con “Uno de los más grandes pintores modernos. La carrera y las obras del español Eduardo Zamacois” (The Sun, Nueva York, 27 de junio de 1880 y 30 de octubre de 1881, OCEC, t. 7, pp. 108-116 y 415-424, respectivamente).

[4] Ibrahim Hidalgo Paz considera que, posiblemente, Martí mantuvo relaciones de trabajo con The Sun hasta 1891. (José Martí: Cronología 1853-1895, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2018, p. 202). Según el propio Dana: “Por un largo período [… Martí] fue colaborador de The Sun, escribiendo sobre temas de bellas artes, en las que tenía sólidos y extensos conocimientos, y sus ideas y conclusiones eran originales y brillantes”. (“José Martí”, Patria, Nueva York, 25 de junio de 1895, no. 167, p. 3). Véase, al respecto, el artículo de Ivan A. Schulman: “José Martí y el Sun de New York: nuevos escritos desconocidos”, Casa de las Américas, La Habana, año 5, no. 33, noviembre-diciembre de 1965. (Separata de los Anales de la Universidad de Chile, julio-septiembre de 1966, año CXXIV, no. 139, pp. 30-49; y La Gaceta de Cuba, La Habana, año 6, no. 65, junio-julio de 1968, pp. 22-25). A Cintio Vitier la “argumentación [de Schulman le] parec[ía] absolutamente satisfactoria”. (“Noticias y comentarios”, Anuario Martiano, La Habana, Sala Martí de la Biblioteca Nacional, 1969, no. 1, p. 357).

[5] JM: “Un día de elecciones en New York”, El Partido Liberal, México, 26 de noviembre de 1887, OCEC, t. 27, p. 47.

[6] JM: “Un banquete típico”, El Partido Liberal, México, 12 de mayo de 1892, OCNY, p. 202.