Marco Aurelio Soto (1846-1908)

Nació en Tegucigalpa y estudió leyes en Honduras y Guatemala. Activo colaborador de la Reforma liberal liderada por Justo Rufino Barrios, como secretario de Relaciones Exteriores firmó con el presidente guatemalteco el Decreto del 6 de abril de 1875 donde se reconoce la independencia de Cuba.[1]
En 1876 fue designado presidente de Honduras con el apoyo militar del mandatario guatemalteco, y realizó una importantísima y modernizadora obra de gobierno de tendencia liberal. Abrió las puertas de su país a un nutrido grupo de patriotas cubanos tras el fin de la Guerra de los Diez Años, y les concedió destacadas posiciones militares —como a los generales Máximo Gómez y Antonio Maceo— y administrativas, así como posibilidades para emprender labores de colonización agrícola. Renunció a su cargo en 1883 tras disputas con Barrios, y se estableció en Nueva York durante varios años, donde mantuvo frecuentes relaciones con José Martí y la emigración cubana.
Nota:
Véase Abreviaturas y siglas
[1] Véase el artículo “Independencia de Cuba”, publicado en la Revista Universal, México, el 11 de mayo de 1875, OCEC, t. 1, pp. 244-245. (N. del E. del sitio web).