Néstor Ponce de León Laguardia (1837-1899)

Néstor Ponce De León Laguardia

Patriota, abogado y periodista cubano. Nació en el ingenio Merced, propiedad de sus padres, en la región de Cárdenas, provincia de Matanzas, y falleció en La Habana. Cursó las primeras letras en La Habana, y la segunda enseñanza en el Colegio de Humanidades, donde fue alumno de Anselmo Suárez y Romero. En 1858 se graduó de licenciado en Jurisprudencia.

     Fue uno de los fundadores de Brisas de Cuba y colaboró en El Correo de la Tarde, El Siglo, La Opinión y El Ateneo. Por su artículo “La trata amarilla” fue amenazado por el capitán general con ser deportado del país. Bajo el seudónimo de Un emigrante cubano publicó dos volúmenes titulados Información de reformas de Cuba y Puerto Rico (1867), donde se probaba que lo publicado por los españoles sobre este tema era inexacto y tendencioso. Dirigió en noviembre de 1868 El País, y en 1869 publicó tres números de La Verdad, aprovechando la libertad de imprenta concedida por Domingo Dulce. Allí defendió la Revolución de Yara. Por esta época figuró entre los fundadores de la Revista Crítica de Ciencias, Literatura y Artes. Perseguido por la policía colonial, que había encontrado armas en su casa, logró embarcar hacia Estados Unidos en febrero de 1869. Todos sus bienes, entre ellos una importante biblioteca, fueron embargados.

     Vivió durante treinta años en el destierro,[1] ejerciendo como abogado en Nueva York, donde fue fundador, secretario y tesorero de la Junta Central Revolucionaria de los emigrados cubanos en dicha ciudad. Por breve tiempo dirigió el periódico La Revolución, órgano de la Junta. Su librería de Nueva York fue centro de reunión y de información de la colonia cubana, y en ella obtuvo José Martí los datos necesarios para escribir su artículo “El 10 de Abril”,[2] para conmemorar la celebración de la Asamblea de Guáimaro. Por sus actividades revolucionarias fue condenado en La Habana a la pena de muerte.

     En 1871 publicó The Book of Blood, libro que contenía una relación de crímenes cometidos en Cuba por los españoles, y que fue completado por José Ignacio Rodríguez. Fue redactor de El Educador Popular [3]y escribió artículos y folletos sobre el problema de Cuba. Compuso el Technological Dictionary English-Spanish and Spanish-English (1883-1893), obra que José Martí calificó como “de mucho alcance y servicio”[4] y “una obra de caridad”.[5]

     Al finalizar la dominación española regresó a la Isla, donde se dedicó a diversas labores culturales. El gobierno de intervención norteamericano lo nombró director y conservador de los Archivos Nacionales. Hizo traducciones del inglés y del alemán, entre estas la de El intermezzo lírico de Heinrich Heine.

     En la obra de Martí hay numerosas referencias al “industrioso y erudito cubano, Néstor Ponce de León”,[6] y entre ellas se destacan los artículos “Libros de hispanoamericanos, y ligeras consideraciones”, “El prólogo de Ponce de León a su Historia de la isla de Cuba”,[5] sobre una obra que quedó inconclusa, y “Galería de Colón”.[6] Véase el artículo de Nydia Sarabia, “Martí y la librería de Ponce de León”, publicado en el periódico Juventud Rebelde, La Habana, el 10 de febrero de 1986, p. 6.[7]

(Tomado de OCEC, t. 1, pp. 312-313). (Nota modificada ligeramente por el E. del sitio web).


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] “Su figura ocupa un lugar especial dentro de la historia de la cultura cubana en New York, pues fue el hombre-puente entre la generación de la Guerra Grande y la generación de Martí, ya que, una vez terminada la contienda, permaneció en aquella ciudad como depositario de toda una tradición cultural. Fue considerado el más importante bibliófilo hispano en los Estados Unidos y en su biblioteca y en su singular memoria encontró José Martí apoyo consecuente para su quehecer intelectual. En New York, Ponce de León también trabajó como notario y traductor, pero quizás su renombre mayor sea como el gran editor cubano del exilio. Tambiém fue importante su desempeño como director de publicaciones periódicas. Entre 1872 y 1873 editó las revistas quincenales Museo de las Familias y El Educador Popular. Vinculada a su editorial e imprenta, Ponce de León estableció una librería que llegó a ser la mejor entre las de la comunidad hispanohablante de la ciudad. En 1876 su catálogo ascendía a 1738 títulos. […] Fue uno de los 26 miembros fundadores de la Sociedad Literaria Hispanoamericana”. (Enrique López Mesa: Hipótesis sobre un elogio. José Martí y Manuel Zeno Gandía, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2015, pp. 46-47).

[2] JM: “El 10 de Abril”, Patria, Nueva York, 10 de abril de 1892, no. 5, pp. 1-2; OC, t. 4, pp. 382-389.

[3] Véase JM: “El Educador Popular”, Revista Universal, México, 30 de agosto de 1876, OCEC, t. 4, p. 314.

[4] JM: “Libros de hispanoamericanos, y ligeras consideraciones”, La América, Nueva York, julio de 1884, OCEC, t. 19, pp. 286-289.

[5] JM: “Carta a Néstor Ponce de León”, [Nueva York] 27 de enero [de 1886], OCEC, t. 23, p. 175.

[6] JM: “Libros de hispanoamericanos, y ligeras consideraciones”, La América, Nueva York, julio de 1884, OCEC, t. 19, pp. 286-289.

[7] El Economista Americano, Nueva York, junio de 1888, OCEC, t. 29, p. 94.

[8] Patria, Nueva York, 16 de abril de 1893, no. 57, p. 3; OC, t. 5, pp. 203-208.

[9] Glosas martianas, La Habana, Editorial Pablo de la Torriente Brau, 2002, pp. 149-152.