A DOÑA LEONOR PÉREZ CABRERA
[Nueva York, enero de 1892][1]
Todavía no me siento con fuerzas para escribir. No es nada, no es ninguna enfermedad; no es ningún peligro de muerte:—la muerte no me mata. Caí unos días cuando la infamia fue muy grande; pero me levanté. La gente me quiere, y me ha ayudado a vivir. Mucho la necesito: mucho pienso en Vd.: nunca he pensado tanto en Vd.: nunca he deseado tanto tenerla aquí. No puede ser. Pobreza. Miedo al frío. Pena del encierro en que la habría de tener. Pena de tenerla y no poderla ver, con este trabajo que no acaba hasta las diez y media de la noche. Bueno: los tiempos son malos, pero su hijo es bueno.—Nada más ahora: Vd. lo sabe todo: esta palabra de hijo me quema. Lea ese libro de versos:[2] empiece a leerlo por la página 51.[3] Es pequeño—es mi vida. Pero no crea que se afloja: ni que corre riesgo ninguno, ni que está en salud peor de lo que estaba este hijo que nunca la ha querido tanto como ahora.—
Tomado de José Martí: Epistolario, compilación, ordenación cronológica y notas de Luis García Pascual y Enrique H. Moreno Plá; prólogo de Juan Marinello, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1993, t. III, p. 31.
Notas:
Véase Abreviaturas y siglas
[1] Por las palabras “Caí unos días cuando la infamia fue muy grande; pero me levanté. La gente me quiere, y me ha ayudado a vivir”, se infiere que fue escrita a raíz del incidente motivado por la carta de Collazo y de los mítines de los emigrados. La consideramos de fines de enero de 1892, porque estimamos que en los días en torno a su natalicio pensara algo más de lo acostumbrado en la madre.
[2] Se refiere a un ejemplar de Versos sencillos que Martí le enviara a doña Leonor, con la siguiente dedicatoria: “A mi madre, valiente y nobilísima”. (OC, t. 20, p. 521). [Llama la atención, sin embargo, que el acucioso investigador Luis García Pascual en su libro José Martí: Dedicatorias (Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado-Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2018, p. 116), no recoge la misma en la sección “Libros”, sino en “Otros”, sin señalar dónde el Maestro escribió esta. (N. del E. del sitio web)].
[3] El poema que alude es el número XXVII, que puede leerse en OCEC, t. 14, p. 332.

