Joaquín Lorenzo Luaces (1826-1867)

Incio

notas [1]

Nació en La Habana en 1826 y murió en la misma ciudad en 1867. Se graduó de bachiller en Jurisprudencia en la Universidad de La Habana (1848). Se dio a conocer en las tertulias que organizaba en su casa Felipe Poey, pero no fue presentado públicamente hasta 1849, cuando apareció un poema suyo en la revista El Artista. De ahí en adelante va a ser frecuente su colaboración en distintas publicaciones. En unión de su entrañable amigo José Fornaris, editó en 1856 La Piragua, periódico que aspiraba a ser órgano del “siboneyismo”, así como en 1858 la importante antología Cuba poética, con notas críticas dedicadas a cada autor representado. En 1850 recibió el premio del Liceo de La Habana por su oda “A Ciro Field, por la inmersión del cable submarino”, y en 1867, tres días después de su muerte, la misma institución le premiaba su oda “El trabajo”. Durante toda su existencia padeció de una endeble salud.

     Joaquín Lorenzo Luaces fue un entusiasta cultivador del teatro, y en vida publicó el drama El mendigo rojo (1866) y la tragedia Aristodemo (1867). También escribió numerosas comedias que, en su mayoría, permanecieron inéditas hasta fechas muy recientes. Paradójicamente, estas —encabezadas por El becerro de oro (que se publicó en 1964 y estrenó tres años después)— quizás sean consideradas en la actualidad lo más importante de su producción literaria.

     Sin embargo, su poesía presenta zonas de interés, pues se aparta un tanto del tono predominante de la época. Trabajó el verso con esmero, más en busca de lo escultórico que de lo musical, tal vez, por eso, Cintio Vitier se refirió a él como “el esforzado y escrupuloso artesano del verso”. Un nuevo clasicismo, al parecer, constituye su ideal, como lo prueban su largo poema “Cuba mitológica” y el conocido soneto “La salida del cafetal”. Una parte menos lograda de su poesía se vincula a la temática de la incipiente clase obrera. Y no pueden olvidarse sus alegorías, como “La caída de Misolonghi” o la “Oración de Matatías”, que alcanzaron gran repercusión poética. [Tomado de Poesía cubana de la colonia. Antología, selección, prólogo y notas de Salvador Arias, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2002, p. 109. (Nota modificada ligeramente por el E. del sitio web)].

     Otro texto relacionado:

  • Cintio Vitier: “[Joaquín Lorenzo Luaces]”,Lo cubano en la poesía (1958), en Lo cubano en la poesía. Edición definitiva, prólogo de Abel E. Prieto, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1998, pp. 126-127.

 

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