Rafael María Merchán (1844-1905)
Ensayista, periodista y patriota cubano; “uno de nuestros más acuciosos críticos”,[1] al decir de José Lezama Lima. Aprendió en Cuba el oficio de tipógrafo. Ingresó en el Seminario de Santiago de Cuba, pero desistió de continuar la carrera eclesiástica. Comenzó a escribir artículos para periódicos regionales.
En 1867 se trasladó para La Habana, donde se empleó como profesor en el colegio Santo Tomás. Fue redactor político del periódico El Siglo y colaboró en varias publicaciones habaneras. En 1869 fundó El Fosforito y El Tribuno, pero, amenazado de muerte por sus posiciones políticas a favor de la independencia de Cuba, se vio obligado a emigrar a Estados Unidos. En Nueva York colaboró con el periódico La Revolución, órgano oficial de la Junta Cubana, en el que sostuvo una polémica política con Juan Clemente Zenea. En 1870 fue designado su director. Tras un viaje a Europa, se estableció en Colombia, donde se le nombró secretario particular del presidente Rafael Núñez y se le eligió miembro honorario de la Academia de la Lengua; colaboró con varios periódicos locales y fue redactor del periódico La Luz y editor de Zigzags.[2]
En 1887, José Martí publicó en El Economista Americano un elogio a su libro Estudios críticos (1886)[3] y el 7 de noviembre de 1892, bajo el título de “El centenario americano”, reprodujo en el Suplemento al no. 35 del periódico Patria, la carta abierta de Merchán al periódico El Heraldo, de Bogotá, con motivo del cuarto centenario de la llegada de los españoles a América. En un breve y elogioso comentario sobre este texto, Martí comentó: “Pluma de oro tiene nuestro Merchán, y de muy buena punta. / Y lo saludamos con la nuestra, sin que nadie haya de tener a mal que no rompamos lanzas con el noble cubano porque aún anda, como quien va ya acabando de mudar, en la duda de tener la autonomía imposible o la independencia inevitable”. Efectivamente, al estallar la Guerra de Independencia de 1895, Merchán se puso al lado del deber patriótico.
Rechazó la plaza de profesor universitario que le ofreció el gobierno interventor norteamericano. El primer gobierno republicano lo designó ministro plenipotenciario en España y Francia, pero a su paso por Cuba enfermó y regresó a Colombia hasta su muerte. Su obra más conocida es Cuba, justificación de sus guerras de independencia, sólida denuncia de los males de la Isla bajo el colonialismo español.
Véase la valoración de este notable crítico literario en el ensayo de Cintio Vitier: “La crítica literaria y estética en el siglo xix cubano”, Obras 3. Crítica 1, prólogo de Enrique Saínz, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2000, pp. 300-307.
[Tomado de OCEC, tt. 25 y 30, pp. 447 y 270-271. (Nota modificada ligeramente por el E. del sitio web)].
Notas:
Véase Abreviaturas y siglas
[1] José Lezama Lima: “Prólogo a una antología” (Antología de la poesía cubana, 3 t., La Habana, Consejo Nacional de Cultura, 1965), La cantidad hechizada, La Habana, Letras Cubanas, 2014 (edición digital), p. 274.
[2] “[…] un distinguido escritor cubano, don Rafael M. Merchán, actualmente residente en la capital de Colombia. Es allí editor de un periódico, y bajo el nombre de “Zigzags” [..], publica las más interesantes revistas que es imposible imaginar de cuanto sucede—y hasta de cuanto no sucede—en Bogotá. En “zigzag” y con la inconstancia de la abeja o de la mariposa, su espíritu aborda ora un asunto, luego otro, como ellas los colores hermosos y la miel, toca él el punto palpitante, y pasa y sigue en su camino”. (JM: “Zigzags neoyorquinos”, La Nación, Buenos Aires, 18 de diciembre de 1884, OCEC, t. 17, p. 253).
[3] JM: “Estudios críticos por Rafael M. Merchán”, La Estrella de Panamá, 9 de junio de 1887, OCEC, t. 25, pp. 340-342.

