Nada sé, ni sabré,
de tu muerte, Julián.
Si eras la vida ausente,
la que nos fue quitada,
¿quién lo creerá?

Más bien ahora vuelves
sin ninguna distancia
entre nosotros, y es
como si fuera antes.
¿Quién lo creerá?

Mi nueva casa queda
tan cerca de tu casa
que ahora podemos ir
caminando en la noche.
¿Quién lo creerá?

Y podremos oír[1]
otra vez el Retablo
en tu piano y tu voz,
la maravilla amada.
¿Quién lo creerá?

En Nueva York estabas
y no estabas, qué extraño,
pero ya te saliste
de estos encantamientos.
¿Quién lo creerá?

En La Habana tu música
se abraza a los portales,
baña los arrecifes,
entra en la Catedral.
¿Quién lo creerá?

No escribo por consuelo
sino porque es verdad.
Ya perdiste la ausencia,
mas perder tú la vida,
que eres la vida misma,
¿quién lo creerá?

Tomado de Versos de la nueva casa (1991-1992), Poesía 3. Obras 10, prólogo, compilación y notas de Enrique Saínz, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2011, pp. 148-149.

     Otros poemas dedicados a Julián Orbón:

  • Fina García Marruz: “Julián”(1954), Habana del centro (1997), Obra poética, prólogo de Enrique Saínz, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2008, 2 t., t. II, pp. 53-54.
  • José Lezama Lima: “Bodas de Julián Orbón”, Poesía completa, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1970, p. 310.
  • Cintio Vitier: “Decires de Julián en esta noche”, Versos de la nueva casa(1991-1992), Poesía 3. Obras 10, prólogo, compilación y notas de Enrique Saínz, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2011, pp. 149-151.
  • Ángel Gaztelu: “Nocturno”, Orígenes. Revista de Arte y Literatura, La Habana, invierno de 1946, año III, no. 12, pp. 19-20.

 


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1]  El retablo de Maese Pedro, de Manuel de Falla.