Cedro. Cedrela odorata Sw. Es un árbol caducifolio, heliófilo y melífero que pertenece a la familia Meliaceae. Se reproduce, mayormente, por semillas, que crecen rápidamente. Es utilizado como planta maderable, ornamental, medicinal y ritual. Puede alcanzar hasta 30 m. de altura[1] y vivir más de 100 años. Crece en las Antillas, México y Suramérica, aunque ha sido introducido en otras regiones tropicales y subtropicales del planeta. Requiere un suelo fértil, con buen drenaje. En Cuba es frecuente en toda la isla, pero no abunda. Se encuentra diseminado en el monte con los demás árboles maderables. El cedro está categorizado como VULNERABLE por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

     Su tronco es de color gris claro y la corteza agrietada. Las hojas son compuestas y las flores, pequeñas y blancas o amarillentas, de una persistente fragancia, se agrupan en racimos. El fruto es una cápsula leñosa de color marrón chocolate de unos 4 cm. de largo, con numerosas semillas, provistas de un ala y albumen delgado, que son dispersadas por el viento. Un ejemplar de cedro puede producir alrededor de 10 millones de semillas al año.

     La madera es de color rojizo claro, uniforme, variable con la edad y la composición del suelo; de sabor amargo y olor agradable y persistente; de textura media y grano recto. Es ligera, fuerte y resistente, fácil de trabajar, inmune a los insectos fitófagos y duradera en contacto con el suelo. Es muy apreciada en la ebanistería para la fabricación de muebles finos, puertas, ventanas, cofres, cajas y humificadores de tabaco, botes de remos, esculturas e instrumentos musicales.[2]

     A las hojas, la corteza, los frutos, la resina y el aserrín de la madera se le reconocen propiedades febrífugas, antipalúdicas, antirreumáticas, oxitócicas, insecticidas, pectorales y vermífugas.

     En inglés se conoce como spanish cedar y cigar box cedar.

     El rústico féretro en que fueron depositados los restos mortales de José Martí, después de la exhumación del cadáver al atardecer del 23 de mayo de 1895, en el cementerio de la localidad de Remanganaguas, en Contramaestre, en la actual provincia de Santiago de Cuba, fue construido con madera de cedro.

[Bibliografía: Juan Tomás Roig: Diccionario botánico de nombres vulgares cubanos, 4ta edic., La Habana, Editorial Científico-Técnica, 2014, pp. 258-260; A. Betancourt Barroso: Silvicultura especial de árboles maderables tropicales (1983), La Habana, Editorial Científico-Técnica, 1999, pp. 92-109; Alberto J. Fors: Maderas cubanas (1965), La Habana, Editorial Científico-Técnica, 2019, pp. 54-55; Julio Ismael Martínez Betancourt: Plantas de uso artesanal de Cuba, s/f, pp. 34-35; Delhy Albert Puentes y Antonio López Almirall: Consideraciones sobre el género Cedrela P. Browne (Meliaceae), en Marcos A. Vázquez Dávila: Plantas útiles, La Habana, Instituto de Ecología y Sistemática, 2003, pp. 77-89; Johannes Bisse: Árboles de Cuba, La Habana, Editorial científico-Técnica, 1988, p. 217; y Rolando Rodríguez: Dos Ríos. A caballo y con el sol en la frente, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 2002, pp. 121-122].


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] En casos excepcionales, se encuentran ejemplares que alcanzan hasta 40 m. de altura y 2 m. de diámetro.

[2] La madera de cedro, después de la caoba [Swietenia mahagoni (L.) Jacq.], se considera la más valiosa de los trópicos.