LA ALAMEDA

aquella alma timorata y nueva que se esparcía en Ud.
a la sombra de los árboles queridos de nuestra Alameda[1]
Carta de Martí a Mercado

¿Quién puede pasearla ya de veras,
quién no es un fantasma entre esos árboles
que lo vieron del brazo del amigo
hasta entrada la noche?
¿Quién no lee en el aire sus epístolas,
sus recados a Lola, al pequeñuelo
de ojos árabes,[2] a las niñas
en cuadro todavía, con las cintas azules?[3]
“Toda su casa es almohada, y yo vivo
sin sueño ni descanso”.[4]
¿Y quién no se estremece de estar vivo
cuando camina por las mismas losas
viendo solo lo invisible, la cerca
“de palos amarillos”,[5] siguiéndole los pasos
“con un afecto inútil y ardiente”?[6]
¿Quién no es el destinatario
a quien escribieron desde la nieve de Nueva York
“téngame hoy a su mesa?”[7]

Fina García Marruz

Tomado de Fina García Marruz: “La Alameda”, Visitaciones (1970), Obra poética, 2 t., La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2008, t. I, pp. 299-300.


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1]JM: “Carta a Manuel Mercado”, [Nueva York], 3 de diciembre [de 1885], OCEC, t. 23, p. 178.

[2]JM: “Carta a Manuel Mercado”, Guatemala, 19 de abril de 1877, OCEC, t. 5, p. 88.

[3]JM: “Carta a Manuel Mercado”, [Guatemala], 29 de septiembre [de 1877], OCEC, t. 5, pp. 176-177.

[4]JM: “Carta a Manuel Mercado”, New York, 30 de agosto de 1883, OCEC, t. 17, p. 366.

[5]JM: “Carta a Manuel Mercado”, [Nueva York], 26 de julio de 1888, OCEC, t. 29, p. 222.

[6]JM: “Carta a Manuel Mercado”, New York, 26 de agosto de 1889, Correspondencia a Manuel Mercado, compilación y notas de Marisela del Pino y Pedro Pablo Rodríguez, introducción de Cintio Vitier, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2003, p. 318.

[7]JM: “Carta a Manuel Mercado”, [Nueva York, 23 de junio de1887], OCEC, t. 26, p. 226.