AL GENERAL ANTONIO MACEO
[Guantánamo] 3 de mayo [de 1895]
C. mayor general Antonio Maceo
General y amigo:
Un pesar verdadero he tenido aquí, entre tantos motivos de placer: no hallarlo. Nada daña a lo público, porque su alma generosa y su clara mente lo moverán siempre a hacer cuanto requiere el servicio rápido, y la marcha inmediata y unida, sin trabas innecesarias, de los rodajes todos de la revolución. Pero yo he perdido un buen abrazo. ¿Ahora, cuándo lo veré? ¿Cuándo podré decirle de palabra cómo solo concibo nuestra obra revolucionaria como un avance sin descanso sobre el enemigo aturdido e insuficiente, cómo—tan pronto como nos demos propia autoridad—no hay más a mi juicio, con una sola mente en las varias vías de acción, sino ver cómo una ayuda pronto a la otra, y qué se tiene que hacer, enseguida, para acomodar a ello, los trabajos certeros, y acumular a ese fin, con prisa y prudencia de campaña, los recursos necesarios? Media hora de descanso en esta tarea, nos parece al General y a mí,—y a Ud. también,—un verdadero delito. Ya yo sé lo que Ud. por su parte estará haciendo: dominar, con su ocupación rápida, esquivando peligros y pérdidas inútiles, el espíritu ya perturbado del enemigo, e ir afinando el instrumento para la gran arremetida.
De gobierno, he cumplido por mi parte mi deber, de modo que la revolución se dé el que le parezca, que puede ser sencillo y salvar todo lo esencial, sin peligro de choque. Ante la Asamblea depondré, ya en esta nueva forma, la autoridad que ante ella cesa. Y ayudaré a que el gobierno sea simple y eficaz, útil, amado, uno, respetable, viable.[1] Va la citación. ¿Necesitaré encomiarle, por tantas razones, que envíe muy enseguida, a que nos vean pronto la cabeza, el representante de las fuerzas de esa zona? Demoras son derrotas. Aprovechemos, para todo, para la serenidad y majestad de todos nuestros actos, la confusión del enemigo a quien con cada acto oportuno y rápido se le quiebra más y desconcierta.
¿Conque me voy sin abrazarlo? ¡Cuán bueno José! Ya sabe que esta ausencia de Ud. ha sido pena para
su
[OC, t. 4. Cotejada con el manuscrito original].
Tomado de José Martí: Epistolario, compilación, ordenación cronológica y notas de Luis García Pascual y Enrique H. Moreno Plá, prólogo de Juan Marinello, La Habana, Centro de Estudios Martianos y Editorial de Ciencias Sociales, 1993, t. V, p. 227.
Notas:
Véase Abreviaturas y siglas
[1] Véanse, al respecto, las cartas a Carmen Miyares y sus hijos, de 28 de abril, a Gonzalo de Quesada y a Benjamín Guerra, de 30 de abril y a su amigo mexicano Manuel Mercado, de 18 de mayo de 1895, EJM, t. V, pp. 192 y 201, respectivamente, y TEC, pp. 75-76. (N. del E. del sitio web).