A MARÍA MANTILLA

Maricusa mía:

¿Cuántos días hace ya que no te acuerdas de mí? Yo te necesito más, mientras menos te veo. Anoche, a las cuatro de la madrugada, estaba en el batey, como aquí llaman al patio de las casas de campo, al claro desyerbado que rodea la casa de vivienda: en el cielo, de un azul que parecía vivo, estaban encendidas las estrellas: la luna recortada, y como de un fuego suave, iluminaba de arriba un mazo de palmas:[1] las hojas de las palmeras se mecían suavemente, en el claro silencio: yo pensaba en ti.—Y cuando el día antes había pasado por el camino, lleno todo, a un lado y otro, de árboles frutales, de cocos y mangos, de caimitos y mameyes, de aguacates y naranjos, pensaba en Vds., y en tenerlas conmigo, para sentarlas en la yerba, y llenarles la falda de frutas.—Estás lejos, entusiasmada con los héroes de colorín del teatro, y olvidada de nosotros los héroes verdaderos de la vida, los que padecemos por los demás, y queremos que los hombres sean mejores de lo que son. Malo es vestir de saco viejo, y de sombrero de castor: cualquier tenor bribón, con un do en la garganta, le ocupa los pensamientos a una señorita, con tal que lleve calzas lilas y jubón azul, y sombrero de plumas.—Ya ves que estoy celoso, y que me tienes que contentar. Es que por el aire, que lleva y trae almas, no me han llegado las cartas que esperaba recibir de ti.—Le hablé de ti en el camino a una guajirita que sabe leer letra de pluma: a una huérfana de nueve años:—ahora le llevo de regalo un libro: se lo llevo en tu nombre.—Haz tú como yo: haz algo bueno cada día en nombre mío.—Visita a Aurora,[2] y a mi gran baby.[3]—Y no le dejes solo el pensamiento a tu mamá. Rodéala y cuídala.—Un beso triste de tu

José Martí

Santiago de los Caballeros, 19 de Feb. [de 1895]

Busca, pa. tu diario, Santiago: y batey.

Tomado de José Martí: Epistolario, compilación, ordenación cronológica y notas de Luis García Pascual y Enrique H. Moreno Plá; prólogo de Juan Marinello, La Habana, Centro de Estudios Martianos y Editorial de Ciencias Sociales, 1993, t. V, p. 66.


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] En su Diario, el 15 de febrero de 1895, Martí anota: —“Y admiré, en el batey, con amor de hijo, la calma elocuente de la noche encendida, y un grupo de palmeras, como acostada una en la otra, y las estrellas, que brillaban sobre sus penachos. Era como un aseo perfecto y súbito, y la revelación de la naturaleza universal del hombre”. (Diario de campaña. Edición anotada, investigación y apéndices de Mayra Beatriz Martínez, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2019, p. 28).

[2] La hija más pequeña hija de Gonzalo de Quesada y Angelina Miranda.

[3] El hijo más pequeño de Benjamín J. Guerra y Ubaldina Barranco. (N. del E. del sitio web).