Proyecto de Unión Centroamericana. El 28 de febrero de 1885 el gobernante guatemalteco, Justo Rufino Barrios, emitió un decreto y una proclama en los que establecía la unidad centroamericana bajo su suprema jefatura militar y la convocatoria a una reunión de quince individuos por cada estado de la región para redactar una Constitución. El 9 de marzo de ese año lanzó un “Manifiesto a los centroamericanos” en el que insistía en su proyecto.
Desde mucho antes, Barrios se había manifestado en favor de la unión regional y en 1883 hizo un serio intento por alcanzarla, al menos entre Guatemala, Honduras y El Salvador, entonces con gobiernos liberales afines. Según colaboradores cercanos de Barrios, este decidió acelerar su plan unionista a comienzos de 1885 al conocerse la firma de un tratado por el que Nicaragua hacía la concesión de parte de su territorio a Estados Unidos para construir un canal interoceánico, idea aprobada inicialmente por el presidente guatemalteco, quien pensó que de ese modo ganaría el apoyo del país norteño para la unión. Pero al tomar noticia de los términos del tratado acordado entre Nicaragua y Estados Unidos, Barrios temió por el futuro de la región ante la presencia estadounidense. La Proclama unionista tuvo el apoyo de Luis Bográn, el presidente hondureño, de la Iglesia católica guatemalteca y del Vaticano. Pero el mandatario salvadoreño, Rafael Zaldívar, mostró reticencia y pidió tiempo para estudiar el asunto.
Las potencias europeas, al igual que Estados Unidos, se declararon contrarias a la acción unificadora. El 14 de marzo, Zaldívar rechazó la hegemonía guatemalteca, aunque no la idea de unión, lo que provocó un alzamiento de los militares salvadoreños favorables a Barrios. En Costa Rica hubo un rechazo unánime, mientras que en Nicaragua hubo adhesiones a Barrios, pero finalmente el gobierno también se opuso. El presidente mexicano, Porfirio Díaz, tampoco vio satisfactoriamente la Proclama unionista si se empleaba la fuerza y movilizó veinte mil soldados hacia la frontera con Guatemala. Barrios formó una tropa de catorce mil hombres y el 23 de marzo de 1885 invadió El Salvador, con apoyo de soldados nicaragüenses y salvadoreños afines a sus planes; pero el 2 de abril murió en una emboscada cuando preparaba el ataque a Chalchuapa, hecho considerado por algunos como un posible asesinato. Tras la desaparición de Barrios, la guerra se detuvo y su sucesor, Manuel Lisandro Barillas, no continuó el proyecto unionista.
(Tomado de OCEC, t. 22, pp. 342-343).