CARTAS DE NUEVA YORK
EXPRESAMENTE ESCRITAS PARA
LA OPINIÓN NACIONAL
(cont. 3... Muerte de Emerson)
Y la muerte? No aflige la muerte a Emerson: la muerte no aflige ni asusta a quien ha vivido noblemente: solo teme el que tiene motivos de temor: será inmortal el que merezca serlo: morir es volver lo finito a lo infinito: rebelarse no le parece bien: la vida es un hecho, que tiene razón de ser, puesto que es: solo es un juguete para los imbéciles,[92] pero es un templo para los verdaderos hombres; mejor que rebelarse es vivir adelantando, por el ejercicio honesto del espíritu sentidor y pensador.
Y las ciencias? Las ciencias confirman lo que el espíritu posee: la analogía de todas las fuerzas de la naturaleza: la semejanza de todos los seres vivos; la igualdad de la composición de todos los elementos del universo; la soberanía del hombre, de quien se conocen inferiores mas a quien no se conocen superiores. El espíritu presiente; las creencias[93] ratifican.[94] El espíritu, sumergido en lo abstracto, ve el conjunto; la ciencia, insecteando por lo concreto, no ve más que el detalle. Que el universo haya sido formado por procedimientos lentos, metódicos y análogos,—ni anuncia el fin de la naturaleza, ni contradice la existencia de los hechos espirituales.[95] Cuando el cielo de las ciencias esté completo, y sepan cuanto hay que saber, no sabrán más que lo que sabe hoy el espíritu, y sabrán lo que él sabe.[96] Es verdad que la mano del saurio se parece a la mano del hombre,[97] pero también es verdad que el espíritu del hombre llega joven a la tumba a que el cuerpo llega viejo, y que siente en su inmersión en el espíritu universal tan penetrantes y arrebatadores placeres, y tras ellos una energía tan fresca y potente, y una serenidad tan majestuosa, y una necesidad tan viva de amar y perdonar, que esto, que es verdad para quien lo es, aunque no lo sea para quien no llega a esto, es ley de vida tan cierta como la semejanza entre la mano del saurio y la del hombre.
Y el objeto de la vida? El objeto de la vida es la satisfacción del anhelo de perfecta hermosura; porque como la virtud hace hermosos los lugares en que obra, así los lugares hermosos obran sobre la virtud.[98] Hay carácter moral en todos los elementos de la naturaleza: puesto que todos avivan este carácter en el hombre, puesto que todos lo producen, todos lo tienen. Así, son una la verdad, que es la hermosura en el juicio; la bondad, que es la hermosura en los afectos; y la mera belleza, que es la hermosura en el arte.[99] El arte no es más que la naturaleza creada por el hombre.[100] De esta intermezcla no se sale jamás. La naturaleza se postra ante el hombre—y le da sus diferencias, para que perfeccione su juicio;[101] sus maravillas, para que avive su voluntad a imitarlas; sus exigencias, para que eduque su espíritu en el trabajo, en las contrariedades, y en la virtud que las vence. La naturaleza da al hombre sus objetos, que se reflejan en su mente, la cual gobierna su habla, en la que cada objeto va a transformarse en un sonido. Los astros son mensajeros de hermosuras, y lo sublime perpetuo.[102] El bosque vuelve al hombre a la razón y a la fe, y es la juventud perpetua.[103] El bosque alegra, como una buena acción. La naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre. Y el hombre no se halla completo, ni se revela a sí mismo, ni ve lo invisible, sino en su íntima relación con la naturaleza.[104] El Universo va en múltiples formas a dar en el hombre, como los radios al centro del círculo,[105] y el hombre va con los múltiples actos de su voluntad a obrar sobre el Universo, como radios que parten del centro. El Universo, con ser múltiple, es uno: la música puede imitar el movimiento y los colores de la serpiente. La locomotora es el elefante de la creación del hombre, potente y colosal como los elefantes.[106] Solo el grado de calor hace diversas el agua que corre por el cauce del río y las piedras que el río baña.[107] Y en todo ese Universo múltiple, todo acontece, a modo de símbolo del ser humano, como acontece en el hombre. Va el humo al aire como a la Infinidad el pensamiento. Se mueven y encrespan las aguas de los mares como los afectos en el alma. La sensitiva es débil, como la mujer sensible. Cada cualidad del hombre está representada en un animal de la naturaleza. Los árboles nos hablan una lengua que entendemos.[108] Algo deja la noche en el oído, puesto que el corazón que fue a ella atormentado por la duda, amanece henchido de paz. La aparición de la verdad ilumina súbitamente el alma, como el sol ilumina la naturaleza. La mañana hace piar a las aves y hablar a los hombres. El crepúsculo nocturno recoge las alas de las aves y las palabras de los hombres. La virtud, a la que todo conspira en la naturaleza, deja al hombre en paz, como si hubiese acabado su tarea, o como curva que reentra en sí, y ya no tiene más que andar y remata el círculo. El Universo es siervo, y rey el ser humano. El Universo ha sido creado para la enseñanza, alimento, placer y educación del hombre. El hombre, frente a la naturaleza que cambia y pasa, siente en sí algo estable.[109] Se siente a la par eternamente joven e inmemorablemente viejo.[110] Conoce que sabe lo que sabe bien que no aprendió aquí: lo cual le revela vida anterior, en que adquirió esa ciencia que a esta trajo. Y vuelve los ojos a un Padre que no ve, pero de cuya presencia está seguro, y cuyo beso, que llena los ámbitos, y le viene en los aires nocturnos cargados de aromas, deja en su frente lumbre tal que ve a su blanda palidez confusamente revelados el universo interior, donde está en breve—todo el exterior,—y el exterior, donde está el interior magnificado, y el temido y hermoso universo de la muerte. ¿Pero está el Padre fuera de la tierra? ¿Es Dios la misma tierra? ¿Está sobre la Naturaleza? ¿La Naturaleza es creadora, y el inmenso ser espiritual a cuyo seno el alma humana aspira, no existe? ¿Nació de sí mismo el mundo en que vivimos? ¿Y se moverá como se mueve hoy perpetuamente, o se evaporará, y mecidos por sus vapores, iremos a confundirnos, en compenetración augusta y deleitosa, con un ser de quien la Naturaleza es mera aparición? Y así revuelve este hombre gigantesco la poderosa mente, y busca con los ojos abiertos en la sombra el cerebro divino, y lo halla próvido, invisible, uniforme y palpitante en la luz, en la tierra, en las aguas, y en sí mismo, y siente que sabe lo que no puede decir, y que el hombre pasará eternamente la vida tocando con sus manos, sin llegar a palparlos jamás, los bordes de las alas del águila de oro, en que al fin ha de sentarse. Este hombre se ha erguido frente al Universo, y no se ha desvanecido.[111] Ha osado analizar la síntesis, y no se ha extraviado.
Ha tendido los brazos, y ha abarcado con ellos el secreto de la vida.[112] De su cuerpo, cestilla ligera de su alado espíritu, ascendió, entre labores dolorosas y mortales ansias, a esas cúspides puras, desde donde se dibujan, como en premio al afán del viajador, las túnicas bordadas de luz estelar de los seres infinitos. Ha sentido ese desborde misterioso del alma en el cuerpo, que es ventura solemne, y llena los labios de besos, y las manos de caricias, y los ojos de llanto, y se parece al súbito hinchamiento y rebose de la naturaleza en primavera. Y sintió luego esa calma que viene de la plática con lo divino. Y esa magnífica arrogancia de monarca que la conciencia de su poder da al hombre. Pues ¿qué hombre dueño de sí no ríe de un rey?
A veces, deslumbrado por esos libros resplandecientes de los hindúes,[113] para los que la criatura humana, luego de purificada por la virtud, vuela, como mariposa de fuego, de su escoria terrenal al seno de Brahma, siéntase a hacer lo que censura, y a ver la naturaleza a través de ojos ajenos, porque ha hallado esos ojos conformes a los propios,[114] y ve oscuramente, y desluce sus propias visiones. Y es que aquella filosofía india embriaga, como un bosque de azahares, y acontece con ella como con ver volar aves, que enciende ansias de volar. Se siente el hombre, cuando penetra en ella, dulcemente aniquilado, y como mecido, camino de lo alto, en llamas azules. Y se pregunta entonces si no es fantasmagoría la naturaleza, y el hombre fantaseador, y todo el Universo una idea, y Dios la idea pura, y el ser humano la idea aspiradora, que irá a parar al cabo, como perla en su concha, y flecha en tronco de árbol, en el seno de Dios. Y empieza a andamiar, y a edificar el Universo. Pero al punto echa abajo los andamios, avergonzado de la ruindad de su artificio, y de la pobreza de la mente, que parece, cuando se da a construir mundos, hormiga que arrastra a su espalda una cadena de montañas.
Y vuelve a sentir correr por sus venas aquellos efluvios místicos y vagos; a ver cómo se apaciguan las tormentas de su alma en el silencio amigo, poblado de promesas, de los bosques; a observar que donde la mente encalla, como buque que da en roca seca, el presentimiento surge, como ave presa, segura del cielo, que se escapa de la mente rota; a traducir en el lenguaje encrespado y brutal y rebelde como piedra, los lúcidos trasportes, los púdicos deliquios, los deleites balsámicos, los goces enajenadores del espíritu trémulo a quien la cautiva naturaleza, sorprendida ante el amante osado, admite a su consorcio. Y anuncia a cada hombre que, puesto que el Universo se le revela entero y directamente, con él le es revelado el derecho de ver en él por sí, y saciar con los propios labios la ardiente sed que inspira. Y como en esos coloquios aprendió que el puro pensamiento y el puro afecto producen goces tan vivos que el alma siente en ellos una dulce muerte, seguida de una radiosa resurrección, anuncia a los hombres que solo se es venturoso siendo puro.[115]
Luego que supo esto, y estuvo cierto de que los astros son la corona del hombre, y que cuando su cráneo se enfriase, su espíritu sereno hendería el aire, envuelto en luz,—puso su mano amorosa sobre los hombres atormentados, y sus ojos vivaces y penetrantes en los combates rudos de la tierra. Sus miradas limpiaban de escombros. Toma puesto familiarmente a la mesa de los héroes. Narra con lengua homérica los lances de los pueblos. Tiene la ingenuidad de los gigantes. Se deja guiar de su intuición, que le abre el seno de las tumbas, como el de las nubes. Como se sentó, y volvió fuerte, en el senado de los astros, se sienta, como en casa de hermanos en el senado de los pueblos. Cuenta de historia vieja y de historia nueva. Analiza naciones, como un geólogo fósiles. Y parecen sus frases vértebras de mastodonte, estatuas doradas, pórticos griegos. De otros hombres puede decirse: “Es un hermano”: de este ha de decirse: “Es un padre”.—Escribió un libro maravilloso, suma humana, en que congrega, y estudia en sus tipos, a los hombres magnos.[116] Vio a la vieja Inglaterra, de donde le vinieron sus padres puritanos, y de su visita hizo otro libro, fortísimo libro, que llamó Rasgos ingleses.[117] Agrupó en haces los hechos de la vida, y los estudió en mágicos Ensayos,[118] y les dio leyes. Como en un eje, giran en esta verdad todas sus leyes para la vida: “toda la naturaleza tiembla ante la conciencia de un niño”.[119] El culto, el destino, el poder, la riqueza, las ilusiones,[120] la grandeza,[121] fueron por él, como por mano de químico, descompuestos y analizados. Deja en pie lo bello. Echa a tierra lo falso. No respeta prácticas.[122] Lo vil, aunque esté consagrado, es vil. El hombre debe empezar a ser angélico. Ley es la ternura: ley, la resignación; ley, la prudencia.[123] Esos ensayos son códigos. Abruman, de exceso de savia. Tienen la grandiosa monotonía de una cordillera de montañas. Los realza una fantasía infatigable y un buen sentido singular. Para él no hay contradicción entre lo grande y lo pequeño, ni entre lo ideal y lo práctico,[124] y las leyes que darán el triunfo definitivo, y el derecho de coronarse de astros, dan la felicidad en la tierra. Las contradicciones no están en la naturaleza, sino en que los hombres no saben descubrir sus analogías. No desdeña la ciencia por falsa, sino por lenta.[125] Ábrense sus libros, y rebosan verdades científicas. Tyndall dice que debe a él toda su ciencia.[126] Toda la doctrina transformista está comprendida en un haz de frases de Emerson.[127] Pero no cree que el entendimiento baste a penetrar el misterio de la vida,[128] y dar paz al hombre y ponerle en posesión de sus medios de crecimiento. Cree que la intuición termina lo que el entendimiento empieza. Cree que el espíritu eterno adivina lo que la ciencia humana rastrea. Esta, husmea como un can; aquel, salva el abismo, en que el naturalista anda entretenido, como enérgico cóndor. Emerson observaba siempre, acotaba cuanto veía, agrupaba en sus libros de notas los hechos semejantes,[129] y hablaba, cuando tenía que revelar. Tiene de Calderón, de Platón y de Píndaro. Tiene de Franklin. No fue cual bambú[130] hojoso, cuyo ramaje corpulento, mal sustentado por el tallo hueco, viene a tierra; sino como baobab,[131] o sabino;[132] o samán grande, cuya copa robusta se yergue en tronco fuerte. Como desdeñoso de andar por la tierra, y malquerido por los hombres juiciosos, andaba por la tierra el idealismo. Emerson lo ha hecho humano:[133] no aguarda a la ciencia, porque el ave no necesita de zancos para subir a las alturas, ni el águila de rieles. La deja atrás, como caudillo impaciente, que monta caballo volante, a soldado despacioso, cargado de pesada herrajería. El idealismo no es en él deseo vago de muerte, sino convicción de vida posterior que ha de merecerse con la práctica serena de la virtud en esta vida. Y la vida es tan hermosa y tan ideal como la muerte. ¿Se quiere verle concebir? Así concibe: quiere decir que el hombre no consagra todas sus potencias, sino la de entender, que no es la más rica de ellas, al estudio de la naturaleza, por lo cual no penetra bien en ella, y dice: “es que el eje de la visión del hombre no coincide con el eje de la naturaleza”.[134] Y quiere explicar cómo todas las verdades morales y físicas se contienen unas y otras, y están en cada una todas las demás, y dice: “son como los círculos de una circunferencia, que se comprenden todos los unos a los otros, y entran y salen libremente sin que ninguno esté por encima de otro”.[135] ¿Se quiere oír cómo habla? Así habla: “Para un hombre que sufre, el calor de su propia chimenea tiene tristeza”. “No estamos hechos como buques, para ser sacudidos, sino como edificios, para estar en firme”. “—Cortad estas palabras, y sangrarán”. “—Ser grande es no ser entendido”. “—Leónidas consumió un día en morir”. “—Estériles como un solo sexo son los hechos de la historia natural, tomados por sí mismos”.[136] “—Ese hombre anda pisoteando en el fango de la dialéctica”.
Y su poesía está hecha como aquellos palacios de Florencia, de colosales pedruscos irregulares. Bate y olea, como agua de mares. Y otras veces parece en mano de un niño desnudo,[137] cestillo de flores. Es poesía de patriarcas, de hombres primitivos, de cíclopes. Robledales en flor semejan algunos poemas suyos. Suyos son los únicos versos poémicos que consagran la lucha magna de esta tierra.[138] Y otros poemas son como arroyuelos de piedras preciosas, o jirones de nube, o trozo de rayo. ¿No se sabe aún qué son sus versos? Son unas veces como anciano barbado, de barba serpentina, cabellera tortuosa, y mirada llameante, que canta, apoyado en un vástago de encino, desde una cueva de piedra blanca,—y otras veces, como ángel gigantesco de alas de oro, que se despeña desde alto monte verde en el abismo. ¡Anciano maravilloso, a tus pies dejo todo mi haz de palmas frescas, y mi espada de plata!
La Opinión Nacional, Caracas, 19 de mayo de 1882.
[Mf. en CEM]
Tomado de José Martí: Obras completas. Edición crítica, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2004, t. 9, pp. 308-339.
Notas:
Véase Abreviaturas y siglas
[92] Emerson, Nature: “La naturaleza nunca se viste de una apariencia mala. El hombre más sabio ni le arranca su secreto, ni pierde la curiosidad al descubrir toda su perfección. La naturaleza nunca se volvió un juguete para el espíritu sabio” (I, p. 8). [JB]
[93] Fina García Marruz considera que por el contexto debe ser errata, “creencias”, que debe leerse en su lugar, “ciencias”. (“Amor y fundación”, El amor como energía revolucionaria en José Martí). De igual modo piensa Mary Cruz, en “Emerson en Martí”, Anuario del Centros de Estudios Martianos, La Habana, 1982, no. 5, p. 93. (N. del E. del sitio web).
[94] En Nature Emerson desarrolla de modo extenso la relativización de la ciencia no por falsa sino por lenta (I, pp. 66-69), (Fountain). [JB]
[95] Véase “Exposición de electricidad”, La América, marzo de 1883, OCEC, t. 18, p. 21. En ese mismo sentido, consúltese las expresiones: “los hechos del espíritu”, en “Apuntes para un discurso”, [Sociedad Literaria Hispanoamericana, Nueva York, fines de julio-17 de septiembre de 1890], en Enrique López Mesa: Hipótesis sobre un elogio, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2015, p. 108; “Carta de José Martí. Un gran pianista, Paderewsky”, El Partido Liberal, México, 17 de diciembre de 1891; y “Cuaderno de apuntes no. 18” [1894], OC, tt. 12 y 21, pp. 503 y 396, respectivamente; y “hechos en el mundo del espíritu”, “[Serie de artículos para La América]”, OCEC, t. 19, p. 300. “[…] la filosofía materialista, al extremar sus sistemas, viene a establecer la indispensabilidad de estudiar las leyes del espíritu. / La vida espiritual es una ciencia, como la vida física”. (“Libro nuevo y curioso”, La América, Nueva York, mayo de 1894, OCEC, t. 19, pp. 190 y 191, respectivamente). (N. del E. del sitio web).
[96] Emerson, “The Poet”: “Por consiguiente, la ciencia siempre va a la par con la mera elevación del hombre, manteniendo el paso con la religión y la metafísica” (III, pp. 14-15). [JB]
[97] Al final de este párrafo Martí vuelve sobre la misma idea. Emerson, Nature: “Detectamos el tipo de la mano humana en la mano del saurio fósil” (I, p. 43), (Fountain). [JB]
[98] Emerson, Nature: “Todo acto heroico es decente a la vez y hace que el lugar y los espectadores brillen. (…) La belleza natural siempre entra a hurtadillas, como el aire, y envuelve a las grandes acciones” (I, pp. 19-21). [JB]
[99] Emerson, Nature: “Verdad, bondad y belleza no son otra cosa que diferentes caras del mismo Todo” (I, p. 24), (Fountain). [JB]
[100] Emerson, Nature: “Así, es Arte una naturaleza pasada a través del alambique del hombre” (I, p. 24), (Fountain). [JB]
[101] En el ensayo Nature se destaca prolijamente el papel docente de la naturaleza (I, pp. 36-41), (Fountain). [JB]
[102] Emerson, Nature: “One might think the atmosphere was made transparent with this design, to give man, in the heavenly bodies, the perpetual presence of the sublime. (…) But every night come out these envoys of beauty” (I, p. 7), (Fountain). [JB]
[103] Emerson, Nature: “En los bosques está la juventud perpetua. (…) En los bosques regresamos a la razón y a la fe” (I, pp. 9-10). [JB]
[104] Martí remodela la figura de Emerson, usando como base un vasto parágrafo de “The Poet”: “Él [poeta] está de pie entre hombres parciales como hombre completo. (…) La naturaleza realza su belleza, a la vista de amorosos hombres [los poetas]. (…) El hombre es solo una mitad, la otra es su expresión” (III, p. 5). [JB]
[105] Emerson, “Uses of Great Men”: “Un hombre es un centro para la naturaleza, al descorrer hilos de relación a través de cada cosa, ya sea fluida o sólida, material y elemental”. Y en Nature: “Él [hombre] está colocado en el centro de los seres, y un rayo de relaciones pasa de todo ser hacia él” (I, p. 27). [JB]
[106] La metáfora animal dinamiza el texto, como se vio al referirse a la figura Emerson/ león. Ver nota 62. De modo similar, Martí, en una pausa parentética, usa la imagen del elefante o la más grandiosa del “mamut” para retratar, animalizándolo, un eximio ejemplo del ingenio técnico estadounidense, en su crónica sobre el puente de Brooklyn de 1883: “—este puente colgante de Brooklyn entre cuyas paredes altísimas de cuerdas de alambre suspensas,—como de diente de un mamut que hubiera podido de una hozada desquiciar un monte,—” (IX, p. 423). Pero lo más valioso de esta imagen es que se abre al ensayo “The Young American” (I, pp. 360-395). En él, Emerson examinó la expansión del ferrocarril como signo inequívoco de la era moderna asociándolo intrínsecamente a la expansión del capitalismo industrial del siglo XIX en América. Sostiene Robert E. Spiller al respecto: “Los tres aspectos prácticos de la vida americana que aborda en este ensayo, sobre “El joven americano”, ocuparon su creciente atención desde mediados de 1843 hasta mediados de 1844: la expansión del ferrocarril, tanto como problema social y como expresión de potencial humano; la expansión del “comercio”, que era la voz del niño robusto que hoy día se conoce como el capitalismo industrial; y el movimiento del Partido Democrático, de la “Democracia Americana” como entonces se conocía, por la anexión de Tejas hacia una rotunda política nacional del destino manifiesto, que pronto abrazaría California y Oregón y amenazaba a Cuba”. Robert Spiller, “Emerson’s The Young American”, Clio, I (Núm. 1, Octubre, 1971), p. 37. De este importante ensayo social Martí adoptó el concepto de “mejoramiento humano”, incluido en su encargo virtuoso de la misiva introductoria de Ismaelillo: “Hijo: Espantado de todo me refugio en ti. Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti” (XVI, p. 17). El texto de donde proviene la expresión inglesa, subrayada por Emerson en este ensayo, es como sigue: “Remark the unceasing effort throughout nature at somewhat better than the actual creatures: amelioration in nature, which alone permits and authorizes amelioration in mankind”. [Observad el incesante esfuerzo en toda la naturaleza hacia algo mejor que las actuales criaturas: el mejoramiento en la naturaleza, el único que permite y autoriza el mejoramiento humano] (I, p. 372). [JB]
[107] Emerson, Nature: “In Haydn’s oratorios, the notes present to the imagination not only motions, as of the snake, the stag, and the elephant, but colors also; as the green grass. The law of harmonic sounds reappears in the harmonic colors. The granite is differenced in its laws only by the more or less of heat from the river that wears it away” (I, pp. 43-44), (Fountain). [JB]
[108] Emerson, Nature: “Un hombre furioso es un león, un hombre astuto es un zorro. (…) Una oveja es la inocencia, una serpiente es el rencor sutil; las flores nos expresan afectos delicados” (I, p. 26), (Fountain). [JB]
[109] Emerson, Nature: “(…) el hombre queda así instruido de que aunque el mundo es un espectáculo, algo en sí es estable” (I, p. 51), (Fountain). [JB]
[110] Emerson, Nature: “En los bosques, también un hombre muda sus años, como la víbora de piel, y en cualquier periodo de la vida es siempre un niño” (I, p. 9). [JB]
[111] Emerson, “The Young American”: “El hombre sabio y justo siempre sabrá que se sostiene sobre sus propios pies” (I, p. 391). Y en “Farming”: “[El labrador] está firmemente de pie en el mundo como lo estuvo Adán, como lo está el indígena, como estuvieron Agamenón y Aquiles, los héroes de Homero” (VII, p. 153). [JB]
[112] Emerson, “Wealth”: “Se dice de los reyes, que poseen largos brazos, pero todo hombre debiera tener largos brazos y recoger su sustento, sus instrumentos, su poder y su saber, del sol, la luna y las estrellas” (VI, p. 95). En “The American Scholar”, utiliza esta imagen de modo semejante para expresar el triunfo del intelectual sobre el temor que le impide tomar parte en los asuntos públicos: “(…) él encontrará en sí una perfecta comprensión de la naturaleza y alcance [de su miedo]; habrá logrado que sus manos se encuentren al otro lado y de ahí en adelante podrá desafiarlo y continuar caminando, ya superior a él” (I, p. 104). [JB]
[113] Ver Emmanuel Swedneborg. [JB]
[114] Martí, a su vez, recorre el mismo proceso, al ver la naturaleza y la civilización norteamericanas a través del lente de Emerson. La metáfora visual explica cabalmente su admiración por él: el acto cognoscitivo no es subyugador y su eficacia deriva más del encuadre visual que del objeto observado mismo. [JB]
[115] Estas reflexiones sobre la pureza emergen en la estética de Ismaelillo, poemario nacido como expresión de la prevalencia de la virtud, y donde el niño ángel/mariposa, afirma su presencia en el mundo, mediante la imagen sutil del vuelo. [JB]
[116] Se refiere Martí a uno de los libros más importantes de Emerson, Representative Men. En él, además de plantearse las características que distinguen a los grandes hombres, se tipifica un grupo selecto de hombres insignes: Platón, el filósofo; Swedenborg, el místico; Montaigne, el escéptico; Shakespeare, el poeta; Napoleón, el hombre del mundo; y Goethe, el escritor. [JB]
[117] English Traits fue publicado por Emerson en 1856, después de su segundo viaje a Inglaterra efectuado en 1847. El libro es un retrato del espíritu inglés, reconociéndolo en muchos aspectos elogiable, pero sustancialmente distinto al carácter norteamericano. En su primer viaje, en 1833, Emerson buscaba la afirmación cultural de Estados Unidos frente a Europa. Hizo, casi, un viaje comparativo. En su segundo viaje, fue a Inglaterra sabiendo que Estados Unidos estaba ensayando su propia fórmula política y estableciendo instituciones propias. El reto consistía en instaurar una democracia desprovista de realeza, capaz de resolver el problema de la esclavitud negra. Así, pues, en este segundo viaje que antecede al libro, Emerson reconoce la paternidad inglesa, pero ve a los Estados Unidos como fruto estrictamente americano. Sostiene el estudioso Philiph Nicoloff al comentar Rasgos ingleses: “En su primer viaje en 1833, Emerson se había concentrado simplemente en exorcizar el demonio personal de la dominación cultural inglesa; pero ahora, en 1847, iba a empezar la tarea de describir a los ingleses y su historia y, a la vez, proponer una profecía optimista de unos Estados Unidos todavía tratando de entender su propio destino. Y sobre todo, promover la glorificación de un espíritu universal, cuyos principios de propia muerte y regeneración, jamás podían ser cambiados ni por la armada inglesa ni por la riqueza de la India”. Philiph L. Nicoloff, Emerson on Race and History: An Examination of English Traits, (New York: Columbia University Press, 1961), p. 26. [JB]
[118] Los Ensayos de Emerson, divididos en la “primera” y “segunda” series, contienen entre otros tópicos: “El amor”, “La amistad”, “La prudencia”, “El heroísmo”, “El intelecto”, “La experiencia”, “El carácter”, “Las maneras”, “Los dones”. Los otros ensayos de estas dos series son: “La historia”, “La autosuficiencia”, “La compensación”, “Las leyes espirituales”, “La Supra-Alma”, “Los círculos”, “El arte”, “El poeta”, “La naturaleza”, “La política”, “El nominalista y el realista” y “Los reformadores de Nueva Inglaterra”. Vols. II y III. [JB]
[119] Esta cita prosifica los dos últimos versos del poema “Wealth”: “Los cuales unen las fuerzas de la naturaleza salvaje/A la conciencia de un niño” (VI, p. 84), (Fountain). [JB]
[120] Como señala Fountain, esta enumeración corresponde a diferentes secciones del libro The Conduct of Life (VI). [JB]
[121] El ensayo “La grandeza” es parte de otro libro mencionado por Martí, Cartas y Asuntos Sociales, en la crónica sobre Emerson aparecida en La Opinión Nacional, el 23 de mayo de 1882. [JB]
[122] Emerson, “The American Scholar”: “Despertadlos [a los hombres] y abandonarán el bien falso y se lanzarán hacia el verdadero, y dejarán los gobiernos a los dependientes y abandonarán los escritorios. Esta revolución ha de llevarse a cabo mediante una domesticación gradual de la idea de Cultura” (I, p. 107). [JB]
[123] Emerson, “Friendship”: “El otro elemento de la amistad es la ternura” (II, p. 204). Y en el ensayo “Prudence”: “Poesía y prudencia deberían coincidir. Los poetas deben ser legisladores” (II, p. 231). [JB]
[124] La formulación de Emerson en “Plato, New Readings” está asociada a una armonía filosófica mayor, resumida por Platón en la frase: “Lo que viene de Dios hacia nosotros regresa de nosotros a Dios”. De este principio totalizador proviene “su percepción de la generación de contrarios: de la muerte, la vida; de la vida, la muerte. Esa ley, por la cual, en la naturaleza, descomposición es recomposición, y la putrefacción y el cólera son solo señales de una nueva creación; su discernimiento de lo pequeño en lo mayor y de de lo mayor en lo pequeño; estudiando al estado en el ciudadano y al ciudadano en el estado; y dejando en duda si presentó a la República como una alegoría sobre la educación del alma privada o no (…)” (IV, pp. 82-83). [JB]
[125] Emerson, “Beauty”: “Nuestros libros abordan lentísimamente las cosas que más deseamos conocer. ¡Qué alarde hacemos de nuestra ciencia, y cuán lejana y a brazo de distancia se queda de sus objetos” (VI, p. 281). Y en “Montaigne”: “Escuchamos al hombre de ciencia, porque ya anticipamos la secuencia en los fenómenos naturales que él descubre” (IV, p. 170). [JB]
[126] Ya en 1869 John Tyndall dio testimonio de la fuerza del llamado de Emerson a la acción: “La lectura de la obra de dos hombres, ninguno de ellos imbuido del espíritu de la ciencia moderna, ninguno de ellos, en verdad, amigable a ese espíritu me ha traído aquí hoy. Esos hombres son el inglés Carlyle y el americano Emerson. (…) Ellos proclamaron: “¡Actuad!”. Yo escuché su llamado, tomándome la libertad, sin embargo, de determinar por mí mismo la dirección que el esfuerzo debía tomar. Y ahora yo también puedo pregonar: “¡Actuad!”. Pero la potencia de la acción debe ser vuestra”. Fragments of Science for Unscientific People, (New York: D. Appleton and Company, 1871), pp. 101-102. [JB]
[127] Martí se refiere al poema “May Day”: “A subtle chain of countless rings // The next into the farthest brings, // And striving to be man, the worm // Mounts through all spires of form” (I, pp. 165-166). La mariposa (etapa superior de la evolución de la oruga) representa con gran concisión las ideas de Emerson sobre la evolución de los seres en el universo, el llamado “meliorismo cósmico”. Martí, con gran interés, anota repetidamente en inglés y luego traspone al castellano los versos arriba anotados. Véase XXI, p. 191 y p. 408; V, p. 120 y XII, p. 435, donde se refiere a Charles Robert Darwin. Martí afirma que Emerson planteó poéticamente lo que después Darwin confirmó científicamente, es decir, intuyó la doctrina transformacionista. [JB] . En su artículo dedicado a Edison, publicado en El Partido Liberal, de México, Martí vuelve sobre el tema: “[…] ¿no fue Emerson el que dijo, cuarenta años antes del fonógrafo, que ya vendría ‘quien organizase los ecos?’ ¿no dice Tyndall que la poesía de Emerson le sugirió muchas de sus leyes, y le ayudó a descubrir? ¿y no está todo Darwin en un verso de Emerson, publicado veinte años antes del Origen de las especies?” [“Edison”, 5 de febrero de 1890, OCNY, p. 138. (Nota modificada por E. del sitio web)].
[128] Emerson, Nature: “El espacio, el tiempo, la sociedad, el trabajo, el clima, la comida, la locomoción, los animales, las fuerzas mecánicas, nos dan las más certeras lecciones cada día, cuyo sentido es ilimitado. Todos ellos educan a ambos, al Entendimiento y a la Razón. (…) El entendimiento añade, divide, combina, mide y encuentra alimento y espacio para su actividad en este valioso escenario. Al mismo tiempo, la Razón transfiere todas estas lecciones al mundo del pensamiento, al percibir la analogía que aúna la Materia y la Mente” (I, p. 36), (Fountain). [JB]
[129] En otra parte, Martí se refiere a este mismo proceso emersoniano de agrupación y notación; o si se quiere, a la dialéctica entre texto y subtexto: “Va anotando en rápidas sentencias. (…) luego agrupa lo semejante, casi sin ilación” (XXII, p. 79). Y en su crónica sobre Emerson del 23 de mayo de 1882 reitera: “Bajo el título Ensayos, ha agrupado la esencia de sus lecturas, que abarcan casi todos los asuntos importantes que requieren en la tierra la atención del hombre”. Y más adelante, afirma al referirse a Representative Men: “Cada frase de este libro es una sentencia: y cada una de estas sentencias pudiera dar margen a otro libro” (XXIII, p. 305). [JB]
[130] El bambú es una planta terrestre que pertenece a la familia botánica Gramineae-Poaceae. Los bambúes lignificados (leñosos) comprenden 97 géneros y 1360 especies, que pueden adaptarse a numerosos climas (tropicales, subtropicales y templados). En su generalidad, son cilíndricos y ramificados, y están formados por nudos y entrenudos, que pueden ser huecos o macizos. Los culmos o tallos más robustos alcanzan entre 30 y 40 m de alto y 15 y 30 cm de diámetro, aunque hay reportes de ejemplares más grandes aún. El color es generalmente verde y en algunos casos amarillo, su intensidad y brillo varía con los años. Son de gran interés por sus múltiples usos, rápido crecimiento y elevada capacidad de regeneración.
No existe en la naturaleza una planta que acredite más utilidades que el bambú, al que se le reconocen más de cinco mil usos diferentes: alimentación, medicina, construcción de viviendas, medios de transportes, puentes, muebles, objetos artesanales y de uso doméstico, instrumentos musicales, armaduras, artículos deportivos e industriales, como la estructura externa de mouse, teléfonos móviles, laptop y teclados de computadoras. Constituye una fuente inestimable de riquezas, además, desde el punto de ambiental, por su capacidad de consumir y fijar (secuestro y retención) grandes cantidades de dióxido de carbono. Como resultado también del proceso de fotosíntesis es la planta que más oxígeno emite a la atmósfera.
En Japón y China se considera al bambú un símbolo de la longevidad, la buena suerte la salud, la felicidad y el sendero para alcanzar la iluminación. En el jardín zen representa el fluir del tiempo. En Cuba, los practicantes de la Regla Ocha o Santería afirman que es una planta que corresponde a Babalú Ayé, que la bendijo para que el trueno no la dañara nunca. Es su lugar preferido para recibir una ofrenda, porque la tierra en torno a ella tiene muchas virtudes.
Como dato curioso, una hebra de bambú sirvió como filamento a la primera bombilla incandescente creada por Tomás Alba Edison. Además, el primer vestigio de vida que brotó de la tierra, calcinada por las bombas atómicas lanzadas por los Estados Unidos sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, el 6 y el 9 de agosto de 1945, fue un retoño de bambú. (N. del E. del sitio web).
[131] El baobad pertenece al género Adansonia de la familia Malvaceae. Existen 9 especies en el mundo, seis de ellas en Madagascar. Son árboles gigantescos, de muy lento crecimiento que llegan a vivir miles de años. Algunos ejemplares son tan llamativos y longevos, que llegan a tener nombres propios como Glencoe, en Sudáfrica, con poco menos de 50 metros de circunferencia. Existió hasta 2009 cuando se partió en dos mitades. (N. del E. del sitio web).
[132] Es una especie arbórea nativa de México, que crece también en áreas restringidas del sur de Texas y el noroeste de Guatemala. Pertenece la familia de las cupresáceas. Su nombre científico es Taxodium mucronatum o Taxodium huegelii. Se conoce popularmente como ahuehuete (“un árbol viejo de agua”, en lengua náhuatl), aunque también es conocido como ciprés mexicano, ciprés de Moctezuma o ahuehué. Se desarrolla cerca de los ríos y alcanza un diámetro colosal, con alturas de hasta 40 m. Puede llegar a vivir más de dos mil años. Su madera es suave y ligera, susceptible al pulimento y resistente a la humedad. Desde 1921 es el árbol nacional de México. (N. del E. del sitio web).
[133] Emerson relativiza el papel de la razón, la lógica, el raciocinio y la reflexión analítica, y restaura el pensamiento simbólico, basado en una visión de la naturaleza, el mundo fenoménico y la mente humana, como intrínsecamente análogos. De esta manera, el lenguaje no solo transmite una función estética sino que es medio de conocimiento. [JB]
[134] Emerson, Nature: “The axis of vision is not coincident with the axis of things, and so they appear not transparent but opaque” (I, p. 73), (Fountain). [JB]
[135] Emerson, Nature: “Omne verum vero consonant. It is like a great circle on a sphere, comprising all possible circles; which, however, may be drawn and comprise it in like manner” (I, p. 44), (Fountain). [JB]
[136] En secuencia: “To a man laboring under calamity, the heat of his own fire hath sadness in it”, Nature, (I, p.11); “We are not built like a ship to be tossed, but like a house to stand”, Nature, (I, p. 48); “Cut these words, and they would bleed”, “Montaigne”, (IV, p. 168); “To be great is to be misunderstood”, “Self-Reliance”, (II, p. 58); “Leonidas and his three hundred martyrs consume one day in dying”, Nature, (I, p. 20); “All facts in natural history taken by themselves, have no value, but are barren, like a single sex”, Nature, (I, p. 28), (Fountain). Todavía no se ha precisado el origen de la última cita martiana sobre el fango de la dialéctica. Uno de los propósitos de este ensayo es exponer directamente al lector a la voz de Emerson. Por ello, hacia el final del escrito, en esta secuencia de citas Martí-narrador se esfuma. [JB]
[137] Evidentemente, Martí reelabora esta cualidad de la poesía de Emerson en su Ismaelillo. [JB]
[138] Ver nota 49. [JB]