A KEATS[1]

“And with thee fade away into
the forest dim”.
(Oda a un ruiseñor)

Una sola palabra tuya, y pasamos los espacios más tristes
hacia los esplendores intactos e invisibles.
Una sola palabra tuya, y un reino rosa y blanco
salta como una leche sorpresiva.

¿Dónde encontraste esas materias duras,
suaves, brillantes, en el mundo? ¿Dónde
esos prados que ocultan llamas rojas al fondo?
¿Dónde se vio un rocío resistente?

Tus estrofas parecen manadas de corderos,
dulce Endymion. Sigo ese rastro
de una velocidad infantil y mágica.
“Oh, lejos! Lejos!” Es allí donde empiezas.

Es allí donde miro rodeando el caramillo
de dioses matinales, la isla entre las prímulas.
Desde la medianoche, las flautas y tambores.
Las vírgenes saliendo del sonido del adiós.
El ruiseñor con que penetras el bosque más oscuro.

                                                Fina García Marruz


Nota:

[1] Véase Fina García Marruz: “Homenaje a Keats”, Visitaciones (1970), Obra poética, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2008, 2 t., t. I, pp. 302-306.